Mañana no tenemos escuela. La Escuela Unitaria.
Al final he decidido hacer un recorrido y allegarme al tiempo de niño de tal forma que pueda poner en papel todo cuanto recuerdo de cuando viví hasta los diez años en el pueblo castellano de Padilla de Arriba. Aún conservo aquellos tiempos en la memoria y me parece que, de forma similar, lo vivieron miles de chavales, chiguitos (chiquitos) , chiquillos, chicos, chaveas, niños al fin, que así empezábamos nuestra carrera por el camino de la vida.
He de decir que escribo esto, desde la subjetividad sentimental, lo cual a muchos les parecerá una narración sensiblera pero a otros, esos recuerdos son algo de su historia y lo sentirán con la nostalgia de su protagonismo. Creo que aquellas vivencias en poco o en nada se parecen a lo que hoy se desarrollan en colegios, incluso ya no se llaman escuelas, ni señores maestros, ahora son: el cole y el profe. No juzgo si es mejor lo uno o lo otro, yo solo escribo lo que viví y que me quiten lo bailao, que diría otro, pero si veo una gran diferencia que no logro entender. La reunión en la bodega de cuatro amigos es el eje del desarrollo de este trabajo, en el que hay que entender que los nombres son ficticios pero algunos hechos narrados y que con más o menos extensión si fueron ciertos.

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